Sánchez anima a la oposición

Sánchez anima a la oposición
Adjunto al director

Es una realidad política en Europa que las fusiones bancarias no son vistas con buenos ojos por la mayoría de los gobiernos. Realidad palpable, aunque sus causas sean diferentes en cada país. Son conocidas las reticencias de Pedro Sánchez respecto a la del BBVA sobre el Sabadell. La ha expresado en público en varias ocasiones; en una de ellas anunció la consulta pública. Ahora, la operación parece concitar los peros de cinco ministerios. ¿Derrota por acumulación de obstáculos? No es descartable, pero el Gobierno se ha colocado en una posición más difícil para cerrar el caso imponiendo condiciones cosméticas. Es una cuestión de expectativas. Y estas han subido para los que se oponen a la opa.

Esto es en España, pero no solo. En la vecina Portugal, el ministro de Estado y Finanzas en funciones de Portugal, Joaquim Miranda Sarmento, al ser preguntado por el posible desembarco de BPI, propiedad del español CaixaBank, en el Novobanco, cuyo actual accionista estudia vender el 75%, señaló que “la banca española representa hoy un tercio del mercado bancario portugués, tal vez un poco más. Creo que, por una cuestión de concentración y de dependencia, ese valor no debería aumentar”, señaló a la agencia Efe.

Sánchez sube la apuesta y alimenta las esperanzas de los opuestos a la compra

El caso más espectacular, no podía ser de otra manera, es el de Italia con la opa amistosa de UniCredit, que preside el conocido Andrea Orcel, sobre la BPM. En este caso, la operación se encuentra en una fase algo más avanzada. El gobierno encabezado por Giorgia Meloni se ha opuesto radicalmente y ha impuesto condiciones muy duras para darle luz verde: desde la venta en nueve meses de su negocio en Rusia, al mantenimiento de todas las sucursales y otras sobre niveles de inversión en determinados activos y la relación entre préstamos y depósitos. Es como si al BBVA se le pidiera que vendiese su banco en Turquía o México.

Tras muchas especulaciones sobre la posible retirada de la oferta, Orcel ha optado por seguir dando la batalla y ha anunciado que acudirá a los tribunales a denunciar las exigencias del gobierno.

El mismo financiero protagoniza otro capítulo sobresaliente de concentración bancaria, pero en este segundo caso, transfronteriza, de esas que le gustan especialmente al Banco Central Europeo (BCE).

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el presidente del BBVA, Carlos Torres, el presidente del banco Sabadell Josep Oliu, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortazar y el presidente del Instituto de Crédito Oficial, José Carlos García de Quevedo, entre otros asistentes, durante la firma de la puesta en marcha de las líneas ICO Verde e ICO Empresas y Emprendedores del Plan de Recuperación, este lunes en el Ministerio de Economía, en Madrid.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo; el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, y el el presidente del BBVA, Carlos Torres, en el Ministerio de Economía 

Dani Duch / Propias

Se trata del intento de absorber el banco alemán Commerzbank, segundo de Alemania, donde el gobierno del país controla un 12% del capital. En una blitzkrieg inesperada, UniCredit se hizo con el 21% de acciones y opciones del Commerzbank y acto seguido pidió a la autoridad bancaria alemana autorización para comprar más, hasta quedarse a las puertas del 30%, más allá del cual debería lanzar una opa por el 100%.

En un movimiento que guarda cierto parecido con la actuación de la comisión española de la competencia, la CNMC, al autorizar la opa del BBVA, los reguladores alemanes –la Oficina Federal de Cárteles de Alemania– han dado luz verde a la petición de UniCredit, en contra de la opinión del gobierno saliente del ya excanciller Olaf Scholz, que se había opuesto radicalmente. El nuevo, Friedrich Merz, en línea con su antecesor, ha dicho recientemente que no espera que el banco italiano se plantee rebasar el 30% del alemán. Reguladores, de competencia y el BCE, a favor; gobiernos en contra. Una constante que se repite en casi todas las ocasiones en que se plantean fusiones bancarias.

Pero, también en nuevo paralelismo con lo sucedido en España, los accionistas del Commerzbank, reunidos en su junta, dirigida por la consejera delegada, Bettina Orlopp, han anunciado su oposición a las pretensiones del banco italiano y apuestan por mantenerse independientes. Los argumentos se parecen bastante: perspectivas de crecimiento, aumento de los dividendos y mantenimiento o elevación del empleo. Orcel, un consumado estratega, ha reaccionado explicando que puede mantener su actual participación y esperar hasta el 2027 antes de realizar nuevos movimientos. Esperar y ver.

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