Las revoluciones cambian y la Iglesia de Robert Francis Prevost quiere actualizar su misión ante los desafíos de esta nueva época. Más de un siglo atrás, con la encíclica Rerum novarum, León XIII abordó la revolución industrial, sentando las bases de la doctrina social de la Iglesia. Ahora, esos retos exigen una renovación. El nuevo Papa ha querido subrayar esa continuidad al presentarse como su sucesor directo.
Prevost ha convocado de nuevo a los cardenales para explicar la elección de su nombre, exponer sus ideas sobre el mundo y escuchar las opiniones del colegio. Durante dos horas de encuentro a puerta cerrada —sin cámaras ni transmisión— en la misma sala donde se celebraron las reuniones posteriores al cónclave, el Pontífice compartió su visión: si León XIII defendió la dignidad del trabajador, “hoy la Iglesia —ha dicho el Papa— está llamada a responder a una nueva revolución industrial y a los avances de la inteligencia artificial, que plantean nuevos desafíos para la dignidad humana, la justicia y el trabajo”.
Problemas que, aunque de forma preliminar, ya habían sido planteados también en el ámbito del pontificado anterior, por ejemplo cuando Francisco participó en una sesión con los líderes del G7 en Apulia, respondiendo a una invitación de Giorgia Meloni, precisamente sobre estos temas.
Antes, León recordó a su predecesor con palabras de gratitud y respeto: “El Papa, desde san Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde servidor de Dios y de los hermanos, nada más que eso. Así lo han demostrado muchos de mis predecesores, y en especial Francisco, con su entrega en el servicio, su sobriedad de vida, su abandono en Dios durante la misión y su serena confianza al regresar a la Casa del Padre. Recogemos esta herencia preciosa y retomamos el camino animados por la misma esperanza que nace de la fe”.
El legado
León XIV citó a Francisco como modelo de humildad y sobriedad: “Recogemos esta preciosa herencia”

León XIV, en el momento de acceder al colegio cardenalicio este sábado
El discurso, difundido por la sala de prensa del Vaticano, concluyó con una cita del papa Pablo VI en el inicio de su pontificado en 1963: “Pase sobre todo el mundo como una gran llama de fe y de amor que encienda a todos los hombres de buena voluntad, ilumine los caminos de la colaboración mutua y atraiga sobre la humanidad, una vez más, la abundancia de los divinos favores, la misma fuerza de Dios, sin cuya ayuda nada es válido, nada es santo”.
Oración en la tumba de Francisco
De otra parte, en una visita no prevista en la agenda papal, León XIV ha acudido en la tarde del sábado a la iglesia de Santa María la Mayor, que fue la elegida por su precedecesor, Francisco, como lugar de eterno descanso. El Papa ha rezado ante la tumba de Bergoglio.