La IA en el Vaticano

¿La inteligencia artificial es omnisciente, omnipresente y omnipotente? Si eso significa que tiene a todos los datos, que está presente en todos los dispositivos y que puede llegar a tener capacidad de actuar… la respuesta da vértigo. Hoy en día la IA es vista por algunos como una entidad superior, capaz de dar respuesta a dilemas personales, conflictos éticos o ­problemas psicológicos. Tengo personas conocidas que utilizan ChatGPT para consultarle sus cuitas sentimentales, sus respuestas a hijos adolescentes o cuál es la mejor dieta para la operación verano.

A participant looks at a live broadcast of Pope Leo XIV, praying inside St. Paul Outside The Walls Basilica in Rome, Tuesday, May 20, 2025, where he came to pray over the tomb of the Apostle Paul. (AP Photo/Gregorio Borgia)

  

Gregorio Borgia / AP

Por suerte, ChatGPT a veces se equivoca, algo bastante tranquilizador. Es necesario tener cierta información sobre el tema que consultamos para que no nos marque algún que otro gol con errores. Sin embargo, es un alumno aventajado que aprende por momentos. Su ascenso hacia la perfección tiene algo de peligrosamente divino.

El ascenso hacia la perfección de la IA tiene algo de peligrosamente divino

El Papa lo sabe. No es una casualidad que se trate de un matemático. Un hombre que ha elegido el nombre de León XIV para su pontificado tiene las ideas claras. Fue su antecesor León XIII quien, ante las grandes transformaciones que supuso la revolución industrial en pleno siglo XIX, promovió la encíclica Rerum novarum para abordar la cuestión social frente a los grandes cambios que se vivían. León XIV sabe que la IA conllevará desafíos.

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Religious women attend a memorial mass for the late Pope Francis at the Havana Cathedral on April 24, 2025. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)

Consciente de los retos, se presenta al mundo con un nombre cargado de intenciones. En el primer discurso que pronunció ante el Consejo Cardenalicio, el Papa manifestó la importancia de estar preparados para una revolución que transformará el mundo de forma similar a lo que supuso la revolución industrial.

Alguien puede creer que la IA es más racional, equitativa e imparcial que los seres humanos. Eso es muy peligroso. Las respuestas de la IA son amables, educadas, incluso afectuosas. A veces, sin darnos cuenta, le damos las gracias por la información que nos facilita. Le atribuimos características humanas, algo que es un inmenso error. Imaginamos una empatía que es irreal. ¿Es posible que nazcan tecnorreligiones que vean la IA como la salvadora de la humanidad? El Papa quizás se hizo esta pregunta, justo antes de elegir su nombre. Ya lo escribió Borges: “El nombre es el arquetipo de la cosa”.

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