
NO HAY AMIGO PARA AMIGO EBOOK
Francisco de Rojas Zorrilla
EbooksLiteraturaTeatroTeatro clásico español hasta el siglo XVIII
Sinopsis
No hay amigo para amigo. Francisco de Rojas Zorrilla Fragmento de la obra Jornada primera (Salen don Luis, galán, y Fernando, su criado.) Don Luis: ¡Buena mañana! Fernando: ¡Extremada! nunca ha salido el aurora tan hermosa como ahora. Don Luis: ¿Por qué? Fernando: No viene afeitada: ya se quitó el negro manto, y ya no sale llorosa, Don Luis: Si quiere estar más hermosa dila que no deje el llanto. Fernando: No lo entiendo. Don Luis: Fácil es lo que en tu duda prefieres; si experimentarlo quieres cuando enamorado estés, enójate con tu dama, y si llora tu rigor, mas que te llame su amor su propio llanto te llama; que en tu retiro violento y en tu repetido afán, cada lágrima es imán del yerro del sentimiento. Fernando: Saber quiero en conclusión, ¿por qué en celos y amor tanto, se cree mejor al llanto que se cree a la razón? Don Luis: Con una evidencia ira la respuesta en puridad; el alma es una verdad, y el cuerpo es una mentira. Él se ve, y ella, invisible, se deja amar, mas no ver, él falible puede ser, y ella ha de ser infalible. De manera, que en tal calma, aunque obligue otra pasión, como las lágrimas son la retórica del alma, y en dos líneas o mitades habla en corrientes conceptos el alma a aquellos efectos que es fuerza que sean verdades. La lengua puede moverse de amor, fingiendo el encanto, mas no cuando quiere el llanto puede a los ojos verterse. Luego si distingo yo que entre el dudar y el sentir suele la lengua fingir, y nunca el llanto fingió, ¿quién podrá, aunque tenga enojos, dejar con indigna mengua por las dudas de la lengua las verdades de los ojos? Fernando Ya que al Prado hemos salido, con no ser hora de prado; y ya que el templo has dejado donde estabas retraído, de San Jerónimo, quiero saber cuál la causa es de que tan confuso estés, tan suspenso y tan severo. ¿Por qué andas asombrado? don Luis, ¿qué te ha sucedido? ¿Qué censo se te ha cumplido? ¿Qué comedía te han silbado? ¿Es, dime, Estrella tu dama? ¿Estrella, digo, Señor, la que de tu vivo amor vuelve a habilitar la llama? ¿Acaso la has encontrado o es que en este campo está? ¿Dime, sabe Estrella ya que de Flandes has llegado y que retraído esperas, porque con valor y suerte a don Félix diste muerte antes que a Flandes te fueras? dime, ¿ha de venir aquí? un mes no ha que has venido, y a tu tristeza rendido vives solamente en ti. Mas si acaso te molesta lo que preguntado veo, recompense mi deseo siquiera con tu respuesta.
Ficha técnica
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9788498977776