Modern Love

1. Carretera con curvas con la capota bajada

“Conduciendo con la capota bajada, recuerdo que yo también puedo cambiar de marcha, correr riesgos, afrontar inconvenientes y sobrevivir a las tragedias. Mi pareja, con los ojos llorosos, me dijo: ‘Te encanta ese coche y tu marido era un hombre extraordinario’.”

2. Chica nocturna encuentra a chico diurno

“Soy una vampira, porque me voy a la cama a las ocho o las nueve de la mañana y me levanto sobre las cuatro o las cinco de la tarde. Las primeras citas suelen ir bien, porque quedas por la noche, pero pronto surgen las complicaciones.”

3. Extraños en un tren (a Dublín)

“Nos conocimos en un tren. Fueron seis horas de perfecto flirteo. ¿Será esto el principio de una historia de amor? Confiando en el poder del universo, no intercambiamos los números de teléfono, pero a veces el romanticismo no es suficiente.”

4. Un plan de vida para dos que acaba siendo solo de uno

“Era todo lo que una niña de diez años podía esperar de un hombre. Lo tenía claro, estaba enamorada. Incluso empecé a pensar si el brillo de mi vestido de novia le haría parecer más pálido y diseñé un plan en el que íbamos a acabar ‘juntos para siempre’, tal y como ponía en todos mis cuadernos.”

5. ¿Soy...? Quizá este test me ayude

“En retrospectiva, quizá debí darme cuenta de cómo era yo la primera vez que busqué un test con el título ‘¿Soy gay?’. Pero no lo hice.”

6. La sala de espera de los separados

“Unos meses más tarde, estaba en la sala de espera de la psicóloga, pagando por mi cuarto llanto de verdad, cuando entró una mujer con un bebé. Al principio no la reconocí, pero luego recordé su cara. ‘¿Eres la mujer del que tiene una aventura con mi mujer?’, le pregunté sin miramientos. ‘Sí’, dijo, ‘pero ya no estamos juntos’.”

7. ¿Tú cómo me recuerdas?

“No recuerdo su apellido. Era guapo, tenía una sonrisa bonita y unos ojos azules impresionantes. El sexo estuvo bien, creo. No nos conocíamos mucho y nunca nos íbamos a conocer más.”

8. Segunda oportunidad con el corazón y los ojos abiertos

“Aquella noche, mucho después de haber tirado la toalla con nuestra relación, allí estábamos otra vez, de nuevo al lío. Aunque en esta ocasión iba a ser diferente, nunca pensamos que lo sería tanto ni tan rápido.”

1. Cuando el portero es tu mejor amigo

"La nuestra era una amistad común y no reconocida entre una mujer que vivía en Nueva York, soltera y sola, y el portero que la cuidaba actuando de conserje, guardaespaldas, confidente y figura paterna".

2. Cuando Cupido es una periodista curiosa

"Le lancé una última pregunta: '¿Alguna vez has estado enamorado?'. Nadie le había preguntado eso en una entrevista, dijo. 'Sí', contestó finalmente. 'Pero no me di cuenta hasta que era demasiado tarde.' Y entonces, me pidió que apagara la grabadora, así que la detuve."

3. Acéptame como soy, sea quien sea

"Mi vida personal era otra historia. En el amor uno no se esconde, tiene que dejar que el otro le conozca. Pero yo no tenía ni idea de quién era en ningún momento."

4. Luchando por mantener la llama viva

"Luchábamos, pero no con la adrenalina que te da la determinación de ganar a toda costa, sino con la paciencia y el control que nos daba el no querer que se acabase ni el verano ni la infancia de nuestro hijo ni este juego, nunca."

5. En el hospital, un interludio de claridad

"Nunca es buen momento para caerte del sofá encima de una copa de Martini y perder una cantidad de sangre peligrosa. Pero que te pase en plena cita prometedora es especialmente mal momento."

6. Parecía un padre, así que solo era una cena, ¿no?

"Era muy guapo. Llevaba jerseys de cuello vuelto grises y olía a aftershave de menta y a libros antiguos. Tenía 55 años y se acababa de divorciar por segunda vez. Era mi padre, aunque en realidad no era mi padre."

7. Las adopciones abiertas requieren una mente abierta

"No había garantías de que con una adopción abierta fuéramos a tener nuestro bebé antes. De hecho, la agencia nos advirtió de que, como pareja homosexual, quizá íbamos a tener que esperar mucho."

8. La carrera mejora según te acercas a la meta

“El amor en la tercera edad es diferente. Teníamos más de 70 y 80 años, así que habíamos vivido ya tantos altibajos en la vida que sabíamos bien dónde estábamos y habíamos aprendido a comprometernos. La línea de meta cada vez estaba más cerca."